domingo, 13 de diciembre de 2009

El timo de la SGAE

"El timo de la SGAE, o cómo forrarse a cuenta de otros" es un buen título para un libro, una película, e incluso para una entrada en un blog, pero lamentablemente también es una realidad.

Hace unos días todo España se revolvía ante la inclusión por parte del Gobierno de un borrador en la Ley de Economía Sostenible que permite cerrar páginas de Internet con el argumento de proteger la propiedad intelectual. La reacción unámime de internautas, periodistas, bloggers y autores se plasmó en el Manifiesto en defensa de los derechos fundamentales de internet, del que ya hablé.

Desde entonces, cientos y miles de bloggers se han hecho eco de las noticias, el asunto se ha politizado y aparece como referencia constante durante la última semana en medios nacionales, elmundo o elpaís por ejemplo.

Los medios sociales tampoco podían quedar de lado, creo que todos tenemos algún amigo que en los últimos días ha entrado a formar parte de grupos de facebook del estilo "Yo también quiero que Ramoncín luche contra la piratería en Somalia", sino somo nosotros mismos los que nos hemos apuntado. En twitter el hilo sobre el manifiesto y el de la SGAE siguen estando calientes. Y aunque no he recibido ninguno, seguro que Tuenti tiene cientos de eventos sobre el estilo. En definitiva, todo el mundo expresa su opinión y que extraño, la sensación es de disgusto generalizado (nótese el sarcasmo).

Lo que de esto se deriva es obvio, la gente está molesta, pero no sólo los consumidores de Internet, también los autores. El debate sobre el manifiesto ha reabierto heridas muy profundas e injusticias claras que demuestran una vez más que el sistema de consumo de medios está desfasado y no se adapta a las actuales formas de consumo. Hablando en plata, se mantienen formas de distribución obsoletas porque siguen aportando muchos beneficios a los de arriba.

Y esto afecta también a organizaciones como la SGAE, que se supone vela por la defensa de los derechos de los autores. Muchos creadores han puesto de manifiesto que la SGAE no beneficia en absoluto a la mayoría de los autores y en cambio promueve de actividades perjudiciales para la difusión y consumo de sus obras como el cierre de redes P2P de intercambio de archivos, páginas Web y ahora leyes en favor de la censura.

En Comicpublicidad, comentan dos casos reales en que los autores son acosados por sicarios de la SGAE que pretenden recolectar obligatoriamente un 10% de los posibles beneficios que se vayan a recaudar. Ojo, que el porcentaje es sobre el máximo posible no sobre el real, que suele ser menor. Este dinero se supone que pertenece a los autores que para eso forman parte de la SGAE. Pero -sorpresa- no ven ni un céntimo de ese dinero que pagaron. ¿Quién recibe ese dinero? probablemente un grupo selecto de artistas o autores que están en la lista de oro de la SGAE y son iconos y defensores de sus actividades.

La SGAE requiere una renovación forzosa. Actualmente es más productivo para los autores obtener beneficios por otros medios o incluso ofrecer sus productos, o parte de ellos, gratuitamente -os vuelvo a recomendar la lectura de "Free, the future of a radical price".

El tiempo en que cobradores del frac recolectaban el dinero de morosos ha pasado y obviamente no se pueden forzar estas situaciones en una sociedad global e internacional. La política y la censura no tienen aplicacion posible en Internet e incluso pese a los denodados esfuerzos de gobiernos de distintos paises, imperios como los de las discográficas o organizaciones arcaicas como la SGAE, somos demasiados y sabemos demasiado.

Siempre hay algún modo de burlar la censura, saltarse las regulaciones y luchar contra la opresión. Lo que no quiere decir que no estemos dispuestos a recompensar los contenidos de calidad y los esfuerzos y dedicacion de los autores. Pero hay cosas que simplemente no se pueden aceptar. Intentar hacer pasar por el aro a millones de personas con los conocimientos, los recursos y la capacidad de saltarse regulaciones injustas es sencillamente estúpido e irracional.

Mientras espero los argumentos que me convenzan de que las actuaciones de la SGAE o la propuesta del Gobierno son lógicas y beneficiosas para la sociedad, quiero compartir con vosotros una guía para burlar la censura en Internet.

El documento está en inglés, lo siento, no lo encontré en español. Pero merece la pena leerlo con detalle, si las cosas siguen así probablemente os sea útil en más de una ocasión.

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